Desde hace varios años manejo como una leyenda urbana algo que me contó mi amigo Carlos. Este me contó, hace más de 15 años, que su hermano Juan había trabajado en la empresa Wang misma que vendió los primeros cajeros automáticos en México. Para presentar su innovación a los bancqueros hicieron una demostración en la que mostraban su equipo y le pedían al representante del banco (el posible comprador) que por medio del cajero electrónico pidiera un saldo, mismo que sería consultado al sistema del banco y sería devuelto al solicitante.
Pues bien, la verdad es que para las demostraciones, el cajero no estaba conectado a ningún "sistema" sino a la pantalla de un operador que manualmente contestaba el saldo.
Desde entonces me refiero como "cajero de wang" a una prueba funcional que no resiste un análisis o prueba seria pero que impresiona al posible cliente o patrocinador de un nuevo sistema.
En la foto el verdadero cajero de wang:
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