
Me siento obligado a transcribir las ideas que puse en una carta a un amigo que hace muchos años me dijo que invertiría en producción de alimentos.
Víctor:
Agradezco mucho tus palabras. Yo disfruté también mucho el concierto y con ello traer recuerdos del tiempo que emprendíamos la vida juntos.
Te felicito por reincorporarte a la empresa, sé que eres una persona feliz y que lo eres a plenitud cuando tienes espacio y equilibrio entre tu trabajo, tu música y tu salud personal (yoga). Entiendo que tu motivación creativa la encausas en la música y de manera relativamente menor en las otras dos cosas.
Yo no gozo de ese equilibrio. Aunque hago ejercicio de manera regular sólo unos cuantos años pude encontrar una satisfacción realmente intrínseca cuando hice bicicleta de montaña. Sigo extrañando pasar 1 y hasta 3 días en las montañas. En las artes, aunque siempre quise ser escritor, nunca desarrolle la disciplina de escribir todos los días, creía que con seguir leyendo mágicamente iba a empezar a escribir. Pero entiende que no me quejo de la falta de equilibrio, solo evidencio que así soy.
Lo que busco y he buscado siempre es crear, crear nuevas cosas pero sobre todo nuevos equipos. Durante 13 años me dediqué a crear el área de tecnologías de información del IPADE y lo logré. Cuando me quitaron eso y me destinaron a cosas que consideré rutinarias me angustié y preferí dejarlo.
He de decirte que la angustia no desapareció de inmediato, fue un proceso de casi un año, pero ahora me siento mucho más optimista y energético porque nuevamente estoy creando y ayudando a crear cosas. Por un lado la empresa donde soy socio y trabajo la mayor parte del tiempo a través de la formación de personas y del sistema de administración del conocimiento; por otro lado, una empresa donde soy socio minoritario pero que me recuerda mucho a algo que una vez me dijiste.
Hace muchos años cuando todavía vivías en México me dijiste que querías trabajar, mucho, jubilarte joven y poner entonces una empresa productora de alimento (no recuerdo si hablaste de piscicultura). Me dijiste que la comida iba a ser siempre negocio porque la gente siempre tiene que comer. En ese momento pensé que te equivocabas, que la producción de alimentos estaba enfocada a commodities y que estos por su propia naturaleza sufría siempre de alta competencia y por tanto de bajos márgenes.
Quizás 20 años después, heme aquí como inversionista minoritario y promotor de una aventura en maricultura (cultivo de especies marinas) que tendrá 3 empresas: 1 granja de cultivo, una comercializador y un laboratorio que producirá el alevín y la tecnología para la granja y las granjas que se instalen en México y posiblemente el mundo. Sin afán de disculparme, parto de la idea de que los dos teníamos razón: 1) la demanda de proteína de pescado crece sin cesar en el mundo mientras que la producción está estancada—la gente siempre tendrá que comer; y 2) si va ser negocio tenemos que estar fuera de los commodities y es dónde la empresa relevante es el laboratorio: lo que nos proponemos producir es tecnología en maricultura.
Cuándo regreses a México, has un espacio para que vayamos a la costa. Estoy seguro que para entonces tendremos en operación la granja piloto y que podrás ver como empiezo un sueño que tomé prestado de ti pero que con gusto te invito a que hagamos realidad juntos.

